2º Haz un pitch (discurso de 3 minutos) con 10 diapositivas,
3º Haz un One pager (síntesis de tu empresa en una cara A4)
4º Mezcle bien en 10 eventos de emprendedores y disfrute de un buen plato de financiación.
5º …
A nosotros no nos funcionó exactamente así…
Siempre nos ha dado la sensación de ir un paso por detrás de lo que nos pedían los financiadores (inversores, ayudas, créditos) Con una idea nos pedían un Plan de Negocio (PN), con un PN, un MVP (producto mínimo viable), con un MVP, usuarios, con usuarios, clientes, con clientes, más tracción…
¿Y qué hicimos en 2013 cuándo analizamos el problema que teníamos delante? Lo que nos dijeron algunos conocidos que debíamos hacer: Un plan de negocio de 50 páginas para conseguir financiación. Para hacer todo el desarrollo tecnológico necesitábamos un equipo de diseñadores, desarrolladores, ingenieros y eso cuesta mucho dinero si tienes que contratarlo. Así que nos pusimos a ello, el primer plan de negocio tiene fecha de diciembre de 2012. Al releerlo el error más importante que cometimos (muy frecuente en tecnología) fue la estimación de los tiempos de desarrollo.
Lamentablemente en 2013 no conseguimos financiación con nuestras 50 páginas y un powerpoint. Después de algunas palmaditas en la espalda y algún “seguid así”… Dejamos aparcado el PN y presupuestamos un MVP. Buscamos el dinero entre familiares y amigos. Lo conseguimos, y en 5 meses hicimos el MVP de la mano de WakeApp Health. En verano de 2014 lanzamos nuestra primera versión beta de Sincrolab. Lo empezamos a distribuir de manera gratuita y empezó a gustar el concepto. No teníamos clientes, pero teníamos usuarios y una buena prueba de concepto. Esto sí que podía generar financiación. Y así fue. Buscamos financiación pública y privada. Conseguimos gracias a ese MVP una oferta de un inversor, un Neotech CDTi (financiación pública) y entrar en WayraTelefónica. Pero esta financiación se consiguió por fases y sujeta a hitos.
Aprendizaje:
Antes de pedir nada, demuestra algo
Olvidamos las recetas. Un plan de negocio te ordena un proyecto, te ayuda a organizar tu cabeza. Pero, en una etapa muy semilla, lo que te puede conseguir financiación es un MVP y los primeros usuarios de este MVP. Ojo, el PN te lo pedirán siempre y creo que es bueno hacerlo, pero cuando tengas un MVP y los primeros usuarios…
Si quieres probar Sincrolab te hacemos un TOUR gratis y TE DEJAMOS PROBARLO
Hemos comenzado nuestros Journal Clubs con un artículo muy chulo!!
Publicado por Molecular Psychiatry de Nature, EA Demetriou de la Universidad de Sydney , “Autism spectrum disorders: a meta-analysis of executive function” es una exhaustiva y excelente revisión bibliográfica de 235 artículos desde 1980 a 2016, sobre el funcionamiento y la evaluación de las funciones ejecutivas en el autismo.
¿Qué subdominios de las funciones ejecutivas están más alterados en el autismo?
¿Qué variables tienen mayor influencia en estos subdominios?
¿Qué medidas son las más sensibles a la hora de evaluar las funciones ejecutivas en el autismo?
Os recomendamos la lectura de este Artículo tan interesante para la práctica clínica con niños y adultos que tienen autismo.
Los resultados y conclusiones de este estudio pueden ser muy interesantes también para comentarlo.
Si quieres, puedes dejar tus comentarios sobre los resultados de este estudio! ¿Qué te parecen?
A lo largo de estos posts os vamos a contar por qué hicimos Sincrolab y cómo lo hemos desarrollado. Vamos a contar Sincrolab desde sus inicios, sus grandes avances y nuestros mayores errores. Desde Sincrolab queremos aportar nuestra experiencia sobre innovar, lanzar un proyecto y todo lo que esto rodea. Y lo más importante, lo que hemos aprendido. “El error es el mejor profesor”
Fundamos Sincrolab en noviembre de 2013. Maria Laorden y yo Nacho de Ramón, dos neuropsicólogos clínicos y Daniel Garrido un ingeniero informático. Nuestra idea inicial fue crear una plataforma de estimulación cognitiva para profesionales como nosotros que se pudiera “prescribir” para casa. Que fuera móvil.
Seguro que muchos de vosotros habéis pensado o comentado en reuniones… “este paciente necesita más horas de estimulación a la semana, con esto no es suficiente…” Pues estamos de acuerdo contigo.
Calculamos el impacto real de lo que intuíamos…
Calculamos que nuestra sesión de 50 min puede ser alrededor de 1% del tiemposemanal del paciente. Con ese 1% los clínicos tenemos que conseguir resultados objetivos en las intervenciones con nuestros pacientes. Además calculamos que cerca del 30% de los pacientes abandonaban el tratamiento por razones ajenas a nuestra eficacia como profesionales. Las dos principales razones eran los costes en tiempo (cerca de 170 horas anuales en desplazamientos) y los costes económicos asociados a los tratamientos, cerca de 7.000€ anules. Creímos que podíamos crear una solución tecnológica a este gran problema para pacientes, profesionales y familiares.
Esta era nuestra agenda en consulta… seguro que os suena.
Una posible solución a través de la tecnología…
Así que creamos Sincrolab, una plataforma tecnológica que nos permite de manera ágil y en 5-10 minutos dar de alta a un paciente, diseñar su entrenamiento de manera personalizada y prescribirlo a través de una App móvil a los dispositivos de mis pacientes.
Mantienes a tu paciente realizando estimulación cognitiva de manera recurrente entre sesión y sesión, está diseñado por Neurocientíficos y puedes recibir todos los informes de rendimiento de manera mensual para contrastarlo con el paciente en las sesiones presenciales.
Aprendizaje:
Calcularé mis intuiciones y sensaciones en la medida de lo posible
La idea de nuestro proyecto era una intuición hasta que le pusimos números. Fue entonces cuando se convirtió en un problema a resolver. Confirmamos que teníamos un proyecto entre manos cuando calculamos el impacto del problema. Pero eso solo era el principio…
Si quieres saber más sobre cómo entrenar con Sincrolab
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un conjunto de trastornos del neurodesarrollo en los que se encuentran implicados diversos problemas cognitivos y conductuales [2]. Estos trastornos tienen en común déficits significativos tanto en la comunicación como en la interacción social y patrones de comportamiento, actividades e intereses restringidos y repetitivos [1].
Una de las hipótesis explicativas en relación al TEA es la llamada teoría disejecutiva [3]. Esta teoría intenta explicar determinados síntomas del TEA como consecuencia de alteraciones en el lóbulo frontal, en concreto en las conexiones de las regiones prefrontales con la mayoría de las estructuras corticales y subcorticales. El lóbulo frontal, concretamente el área prefrontal, está directamente relacionado con las funciones ejecutivas [7].
Las funciones ejecutivas se definen, de forma general, como el conjunto de procesos cognitivos implicados en el control de los pensamientos y la conducta [9]. Entre los componentes cognitivos de las funciones ejecutivas se encuentran la capacidad de planificación, actualización, flexibilidad, inhibición, toma de decisiones y fluencia.
Las personas con TEA muestran déficits en inhibición, flexibilidad, planificación o memoria de trabajo [3, 4, 6]. Diversos autores han evaluado estas funciones en personas autistas a través de tests como Tower of London o Trail Making Test (planificación), Wisconsin Card Soting Test o Windows task (flexibilidad mental e inhibición) [3, 8], además de utilizar la escala BRIEF (Bheaviour Rating Inventory of Executive Functions) [5], con el objetivo de observar las diferencias en los resultados y en la ejecución de estos test neuropsicológicos entre TEA y grupos controles.
Si quieres saber más sobre cómo entrenar con Sincrolab
American Psychological Association. (2014). DSM-V.
Balmaña, N., & Hervás, A. (2017). Trastorno del espectro autista: evaluación e intervención. FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 24(7), 370-375.
Etchepareborda, M. C. (2001). Perfiles neurocognitivos del espectro autista. Revista de neurología clínica, 2(1), 175-192.
Idiazábal-Aletxa, M. A., & Boque-Hermida, E. (2007). Procesamiento cognitivo en los trastornos del espectro autista. Rev Neurol, 44(Supl 2), S49-51.
Lynch, C. J., Breeden, A. L., You, X., Ludlum, R., Gaillard, W. D., Kenworthy, L., & Vaidya, C. J. (2017). Executive Dysfunction in Autism Spectrum Disorder Is Associated With a Failure to Modulate Frontoparietal-insular Hub Architecture. Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging.
Martos-Pérez, J. (2008). Procesos de atención en el autismo. Rev Neurol, 46(1), 69-70.
Pandya, D. N., & Barnes, C. L. (1987). Architecture and connections of the frontal lobe.
Robinson, S., Goddard, L., Dritschel, B., Wisley, M., & Howlin, P. (2009). Executive functions in children with autism spectrum disorders. Brain and cognition, 71(3), 362-368.
Tirapu-Ustarroz, J., & Luna-Lario, P. (2008). Neuropsicología de las funciones ejecutivas. Manual de neuropsicología, 219-249.
Hoy volvemos de las vacaciones más fuertes que nunca! Nuria Paul, Neuropsicóloga, Profesora de la UCM y Responsable Científica en Sincrolab nos explica qué son las funciones ejecutivas, cómo podemos identificarlas y cómo se pueden trabajar a través de Sincrolab.
¡Un lujazo! Esperamos que os guste.
Si quieres saber más sobre cómo entrenar con Sincrolab
El daño cerebral adquirido (DCA) se define como una lesión en el cerebro después del nacimiento. Los datos indican que en Estados Unidos esta afección aflige a 1.4 millones de personas cada año, de los cuales cerca de 90.000 personas presentan una discapacidad permanente. Se estima que existen más de 5.1 millones personas con un déficit permanente en Estados Unidos (CDC, 2007)
Los déficits cognitivos varían en función de la localización de la lesión, la severidad de los daños y entre individuos. Estos déficits reducen drásticamente la interacción que el sujeto tiene con su entorno (Rose et al., 2001), especialmente cuando la afectación se produce en el dominio de la atención y de la memoria (Cattelani, Tanzi, Lombardi y Mazzuchi., 2002).
La realidad virtual (RV) se presenta como una herramienta prometedora para la evaluación y rehabilitación cognitiva (Rose, Brooks y Rizzo., 2011). Entre las funcionalidades está generar entornos contextualizados que favorezcan una evaluación más ecológica (Rose, Brooks y Rizzo., 2005). Así, como la posibilidad de crear entornos enriquecidos que permitan optimizar los procesos de recuperación (Levin, 2011).
La evaluación precisa de la memoria resulta de vital importancia en los sujetos con DCA. En la investigación llevada a cabo por Mathias et al (2005) se comparó a un grupo control con un grupo de sujetos con DCA. Se empleó una tarea de RV basada en recordar 16 objetos de una habitación y otra tarea basada en memorizar una lista de objetos escrita en papel. Los resultados mostraron que no existían diferencias entre controles y DCA cuando se usó la RV, pero si en la otra tarea. Los autores explican los resultados por el menor número de distracciones en el entorno de RV. En esta misma dirección apuntan los datos que muestran que la RV favorece la codificación incidental frente a condiciones en vivo gracias a la ausencia de distractores (Andrew et al., 1995).
En el dominio de la memoria la RV ha mostrado su efectividad en los procesos de rehabilitación. Parece que la modulación de los distractores, a través de la RV, favorece la memorización de rutas en pacientes con DCA (Brooks, Mcneil y Rose., 1999). Su uso produce mejoras significativas en las puntuaciones de memoria prospectiva respecto a otros tipos de entrenamiento y sus efectos se ven incrementados cuando se combina con un motor de inteligencia artificial que permite adaptar los entrenamientos de cada sujeto (Yip, Man., 2013).
Sorprendentemente, en el dominio de la atención, no son muchos los trabajos publicados con la RV como protagonista, a pesar de considerarse como una herramienta potencial para su evaluación y entrenamiento (Rizzo Buckwalter y Van der Zaag., 2002). El trabajo más destacado en este área es el de “la clase virtual”. Este entorno virtual permite una evaluación y diagnóstico preciso para los casos de TDAH (Rizzo, Buckwalter y Humphrey., 2000) y su uso se está generalizando para la evaluación y entrenamiento de sujetos con DCA. Otra funcionalidad de la RV la encontramos en la evaluación y rehabilitación de la heminegligencia. La RV permite una evaluación precisa del campo visual desatendido, así como un herramienta potencial para su rehabilitación (Gupta et al., 2000).
Por último, la RV se ha mostrado potencialmente útil para la evaluación de las funciones ejecutivas (FE). Una de las críticas frecuentes que se les ha hecho a los test clásicos de FE es su falta de validez ecológica. Esta falta de validez produce que sujetos con un funcionamiento inadecuado en su actividad diaria obtengan resultados normales en las pruebas. Un ejemplo es la investigación llevada a cabo por Elkind et al (2001) donde se compara el Wisconsin card sorting test (WCST) con una prueba que integraba esta tarea en un entorno de elección de puertas, en el contexto de una casa, empleando RV. Los resultados muestran cómo las diferencias se manifiestan en la primera categoría en la tarea de RV, mientras que solo lo hacen al aparecer una cuarta categoría en el WCST. Los autores apuntan a que la mayor complejidad cognitiva de la tarea de RV dificulta su ejecución y nos acerca a una medida más realista de la capacidad de los sujetos con este tipo de afectación.
Queda todavía mucho camino por recorrer, pero parece que la RV es una herramienta potencial para la evaluación y rehabilitación cognitiva. Entre sus mayores ventajas se encuentra la capacidad de crear entornos realistas que contextualizan las tarea de evaluación y permiten un diagnóstico más preciso. Así mismo, los procesos de rehabilitación en este tipo de escenario mejoran la generalización de los aprendizajes. Además, este tipo de entrenamientos permiten tener un mayor control sobre la sesión y por tanto, una mayor eficiencia en los tiempos empleados para tal propósito.
Si quieres saber más sobre cómo entrenar con Sincrolab
Andrews, T. K., Rose, F. D., Leadbetter, A. G., Attree, E. A., & Painter, J. (1995, April). The use of virtual reality in the assessment of cognitive ability. In Proceedings of the 2nd TIDE Congress (Placencia Porrero I, Puig de la Bellacasa R, eds) (pp. 276-279).
Cattelani, R., Tanzi, F., Lombardi, F., & Mazzucchi, A. (2002). Competitive re-employment after severe traumatic brain injury: clinical, cognitive and behavioural predictive variables. Brain injury, 16(1), 51-64.
D. Rose, F., Brooks, B. M., Attree, E. A., Parslow, D. M., Leadbetter, A. G., McNeil, J. E., … & Potter, J. (1999). A preliminary investigation into the use of virtual environments in memory retraining after vascular brain injury: indications for future strategy?. Disability and Rehabilitation, 21(12), 548-554.
Elkind, J. S., Rubin, E., Rosenthal, S., Skoff, B., & Prather, P. (2001). A simulated reality scenario compared with the computerized Wisconsin Card Sorting Test: An analysis of preliminary results. CyberPsychology & Behavior, 4(4), 489-496.
Levin, M. F. (2011). Can virtual reality offer enriched environments for rehabilitation?. Expert review of neurotherapeutics, 11(2), 153-155.
Matheis, R. J., Schultheis, M. T., & Rizzo, A. A. (2003). Learning and memory in a virtual office environment. In Proceedings of the 2nd International Workshop in Virtual Rehabilitation (pp. 48-54). Rutgers University.
Yip, B. C., & Man, D. W. (2013). Virtual reality-based prospective memory training program for people with acquired brain injury. Neurorehabilitation, 32(1), 103-115.
Rose, F. D., Attree, E. A., Brooks, B. M., & Andrews, T. K. (2001). Learning and memory in virtual environments: A role in neurorehabilitation? Questions (and occasional answers) from the University of East London. Presence: Teleoperators and Virtual Environments, 10(4), 345-358.
Rizzo, A. A., Buckwalter, J. G., Bowerly, T., Van Der Zaag, C., Humphrey, L., Neumann, U., … & Sisemore, D. (2000). The virtual classroom: a virtual reality environment for the assessment and rehabilitation of attention deficits. CyberPsychology & Behavior, 3(3), 483-499.
Schultheis, M. T., & Rizzo, A. A. (2001). The application of virtual reality technology in rehabilitation. Rehabilitation psychology, 46(3), 296.