Por Pilar Rodríguez Ortíz
Neuropsicóloga Clínica Centro Noah
Durante muchos años, el Sistema Nervioso Central ha sido considerado, tanto por científicos como por la población en general, como una estructura inmutable, es decir, se pensaba que el cerebro era un sistema ya terminado y definitivo tras el nacimiento.
Actualmente, estas ideas han ido cambiando y han dado paso al concepto de neuroplasticidad, entendiéndose ésta como la posibilidad de transformación y adaptación funcional del Sistema Nervioso Central (Lubrini, Periañez y Ríos-Lago, 2009).
Aún cuando la plasticidad es un proceso que está presente a lo largo de todas las etapas del desarrollo vital, la primera infancia es un momento crucial, ya que durante los primeros años, el cerebro es especialmente plástico, por lo que su capacidad de adaptación y cambio es mucho mayor en edades tempranas.
¿En qué consiste la estimulación cognitiva?
A través de juegos y actividades, podemos estimular diferentes patrones de activación neuronal de manera repetida y sistemática. La experiencia y el aprendizaje refuerzan las conexiones ya existentes en distintas áreas cerebrales y, a su vez, promueven la creación de nuevas sinapsis.
De esta forma, los niños pueden alcanzar su máximo potencial mejorando así el proceso de aprendizaje y su rendimiento intelectual.
El juego, es una herramienta atractiva y divertida para los niños, que nos permite estimular funciones específicas como atención, memoria, percepción y funciones ejecutivas. Además, favorece un desarrollo integral y es una excelente forma de socialización. Por otra parte, cuando el juego es colectivo, fomenta habilidades de cooperación, respeto y tolerancia.
La estimulación cognitiva en niños, presenta beneficios más allá del mejor rendimiento académico, como serían una mayor agilidad mental, mayor autonomía y mejor adaptación social, entre otras.
Además, resulta útil como método de carácter preventivo en casos de niños que puedan ser susceptibles de tener algún déficit o dificultad, ya que la estimulación cognitiva potencia sus habilidades en un entorno que para ellos resulta estimulante, lúdico y muy motivante.
Referencias:
Lubrini, G., Periáñez, J. y Ríos Lago, M. (2009). Introducción a la estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. En Muñoz-Marrón, E., Blázquez Alisente, J. L., Galpasoro Izaguirre, N., González Rodríguez, B., et al. Estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica (pp. 13-32). Barcelona, España: Editorial UOC.