Por Alejandra Azcona Alberquilla
NeuroPsicóloga.
El Daño Cerebral Adquirido (DCA) es una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, cognitivas y emocionales. Su etiología puede ser traumática (accidentes de tráfico, golpes, caídas, etc.) o no traumática (tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares, infecciones, intoxicaciones, hipoxia, etc.).
Este daño produce un cambio drástico en la vida de la persona afectando significativamente a sus niveles de autonomía y al equilibrio familiar. En la familia el impacto del DCA se produce en todos los niveles (psicológicos, materiales, organizativos, legales, etc.) provocando una vivencia estresante debido a características como su aparición brusca, la incertidumbre, los cambios constantes y la rapidez con la que deben tomar las decisiones.
Vamos a ver cuáles son los tipos de DCA que pueden darse:
Traumatismos craneoencefálicos (TCE)
El daño cerebral traumático hace referencia a la lesión física aguda de la cara, cuero cabelludo, cráneo, duramadre o cerebro causado por una energía mecánica externa.
Clasificación de los tipos de TCE:
- Traumatismos abiertos o cerrados: cuando el traumatismo es abierto es porque se ha producido la apertura de la duramadre y puede haber un riesgo de padecer una infección secundaria o la aparición de epilepsia postraumática. Los traumatismos cerrados no implica la exposición del cerebro al exterior y suele haber una mayor lesión difusa.
- Lesiones primarias o secundarias: La lesión primaria es la consecuencia directa del momento del impacto y puede ser focal (fractura de cráneo o hematomas intracraneales) o difusa (lesión axonal difusa o hemorragias por contragolpe). Las lesiones secundarias son las que surgen como complicaciones de ese primer daño.
- Gravedad del traumatismo: se suele valorar mediante la escala de coma de Glasgow (GCS) para medir el nivel de consciencia, y la duración de la Amnesia Postraumática (APT), que es la incapacidad del paciente para formar nuevos aprendizajes.
Accidentes cerebrovasculares (ACV)
El accidente cerebrovascular es el daño o disfunción, focal o difusa, transitoria o permanente, que provoca una interrupción o alteración del aporte sanguíneo al cerebro.
Clasificación de los Accidentes Cerebrovasculares:
- Isquemia: Es una disminución del flujo sanguíneo cerebral global o de una determinada región irrigada por una arteria cerebral, cuya consecuencia primaria es la ausencia de oxígeno y glucosa necesarios para el funcionamiento y el metabolismo cerebral. Pueden darse un ataque isquémico transitorio o un infarto cerebral (ictus isquémico).
- Hemorragia: es el vertido de la sangre que se produce en el interior del cerebro secundario a una rotura vascular. Puede haber hemorragias intracerebrales o hemorragias subaracnoideas, su inicio es brusco y su tasa de mortalidad es alta.
Anoxia cerebral
La anoxia cerebral (hipoxia cerebral) consiste en una situación donde se produce una falta de aporte de oxígeno al cerebro. Es frecuente que las anoxias deriven en estados de coma, ya que pocos minutos de interrupción de oxígeno pueden provocar daños irreversibles en el cerebro.
Infecciones
Es una intrusión en el organismo de microorganismos que pueden provocar enfermedades (patógenos) y la reacción de los tejidos ante su presencia y a las toxinas que estos generan. La etiología puede ser bacteriana, viral, por hongos y parasitaria, provocando alteraciones cognitivas. Frecuentemente cursa con la formación de abscesos (acumulación de pus) o infección de las meninges (meningitis).
Tumores
Es el crecimiento anormal de tejido dentro del cráneo. Pueden presentarse en el momento del nacimiento (tumores congénitos) o desarrollarse posteriormente (neoplasias). Según la zona del cerebro donde presione el tumor se producen una serie de síntomas
- Tumores benignos: cuando las células que crecen son similares a las células normales, crecen de forma lenta y se encuentran concentradas en una determinada región.
- Tumores malignos: cuando las células son diferentes de las células normales, crecen de forma rápida y se propagan con facilidad hacia otras regiones.
Bibliografía
Rodríguez, G.B. Daño cerebral adquirido: evaluación, diagnóstico y rehabilitación. SINTESIS, 2014.
Tirapu-Ustárroz, J., Ríos Lago, M., Maestú Unturbe, F. Manual de Neuropsicología. Viguera Editores, 2011.