Por José Félix Mozo
Neuropsicologo Clínico. Grupo5-CIAN Madrid.
www.neuroname.com
Introducción
La neuropsicología es una especialidad a caballo entre la psicología y la neurología,que ha crecido mucho en los últimos 50 años pero que aún se podría considerar una disciplina jóven.
El primer intento en formalizar una guía de tratamientos para que sus
profesionales pudieran trabajar bajo un mismo consenso y paradigma terapéutico no se llevó a cabo hasta 1987 (“Reports of the INS-APA Division 40 Task Force, 1987″).
Esto no quiere decir que desde mucho antes no se estuvieran haciendo abordajes terapéuticos desde la profesión (véase Goldstein K. por ejemplo), pero sí nos orienta a pensar en la temporalidad con que ha evolucionado el tema del abordaje terapéutico en neuropsicología. En los orígenes e historia del desarrollo de la neuropsicología el objetivo principal de trabajo se ha centrado en la evaluación y pronóstico de la funcionalidad de las lesiones en personas afectadas tras la guerra, y no tanto en la profundización del tratamiento.
Definición
La rehabilitación cognitiva se define como el conjunto de técnicas, métodos, y aproximaciones dirigidos a disminuir los déficits cognitivos producidos por una lesión, en aras de maximizar la seguridad, funcionamiento diario, independencia, y calidad de vida de quien lo sufre. Existen algunas diferencias conceptuales con otros términos que pueden asemejarse etimológicamente y llevarnos a la confusión semántica. Estos términos son los de “rehabilitación neuropsicológica”, “estimulación cognitiva”, y “entrenamiento cognitivo”, principalmente. Todos estos términos son válidos dentro del marco de la neurorehabilitación pero cada término incluye en su definición objetivos, estadíos de trabajo, y perfiles cognitivos diferenciados y que el profesional ha de conocer a la hora de plantear un abordaje. En este ensayo nos centraremos exclusivamente en la
rehabilitación cognitiva.
Ejemplo de rehabilitación cognitiva recogido de: Dundon, N. M., Bertini, C., Làdavas, E., Sabel, B. A., & Gall, C. (2015). Visual rehabilitation: visual scanning, multisensory stimulation and vision restoration trainings. Frontiers in behavioral neuroscience, 9, 192.
El proceso rehabilitador
La rehabilitación cognitiva toma parte como una herramienta más dentro del proceso rehabilitador, y para su implementación dentro de un plan de tratamiento, es necesario seguir su orden lógico. Todo proceso de rehabilitación debe comenzar con una evaluación holística de la persona. Para ello, se deben tomar en consideración algunas variables relevantes en el análisis de la situación del paciente como: sus experiencias previas y expectativas futuras (p.e: motivaciónes), el grado y modo en que se expresa el déficit y/o la alteración (cognitiva, emocional, y conductual), el tipo y grado de puntos fuertes así como capacidades preservadas tras la lesión, el soporte socio-familiar actual con el que cuenta la persona, antecedentes médicos relevantes, etc…Para lograr este objetivo nos servimos de múltiples herramientas como la anamnesis, la exploración, las pruebas complementarias, las sesiones clínicas, la comunicación transdisciplinar y con familia, principalmente; que nos ayudan a recoger la información suficiente que engrane bajo la lógica del razonamiento clínico deductivo (pregunta, hipótesis, verificación) el modelo biopsiosocial de la persona con la que vamos a trabajar. Una vez comprendida la situación actual del paciente, y habiendo contrastado nuestras primeras hipótesis a cerca de la persona, emprenderemos a formular el plan de tratamiento, y dentro de este plan ya podríamos incluir si fuera necesario la rehabilitación cognitiva y/o otras aproximaciones posibles (rehabilitación neuropsicológica, estimulación cognitiva, entrenamiento cognitivo).
Un orden posible de pasos que guían este proceso podría ser el siguiente:
a) El primer paso sería la orientación al problema, la toma de conciencia, y el establecimiento de metas significativas para el paciente/familiares acordes en la medida de lo posible a su motivo de consulta. En este primer paso es importante el ajuste de expectativas sobre lo que se pretende alcanzar, el énfasis en sus motivaciones, y la priorización de objetivos. Existen algunas escalas como la Goal Attaintment Scale (GAS) que pueden ayudarnos en este proceso.
b) El segundo paso sería la elección del tipo de tratamiento, así como su
frecuencia, duración, e intensidad. Para lograr este objetivo disponemos de
cuatro fuentes de información esenciales a tener en cuenta: las circunstancias y valores del paciente y lo que se permita trabajar con él, el expertise del clínico con su conocimiento acerca de casos similares, el apoyo de la literatura científica sobre tratamientos orientados a los objetivos propuestos, y por último las posibilidades del contexto en el que se decide aplicar las acciones del tratamiento.
c) Por último, en este proceso se debe estar en continua iteración sobre los
resultados que se acercan al cumplimiento del objetivo. Aunque la comprensión del estado actual y premórbido de la persona se lleva a cabo a través del uso de la evaluación y exploración inicial del paciente, durante el proceso rehabilitador el terapeuta y paciente iteran de forma progresiva en este proceso hasta el alcance de los objetivos propuestos, modificando si fuera necesario el tratamiento para ajustarse de forma más eficiente a la evolución. Nunca se deja de explorar.
En la rehabilitación cognitiva la mayoría de objetivos están formulados haciendo referencia a ganancias cognitivas y pueden definirse como mejoras en el proceso y/o la función cognitiva, la discapacidad, o la participación, véase como ejemplo:
- “cometer menos errores de distracción en tests”,
- “que la profesora me llame menos la atención por distraerme en clase”, “sacar mejores notas en clase”;
- “mejorar un 25% mi división atencional del foco en tareas duales medidas a través de tests”,
- “recuperar mi capacidad para autopropulsar mi silla durante 25 metros mientras converso con una persona”, o
- “poder ir a comprar con mi silla a la vuelta de la esquina mientras me acompaña mi hija que es muy habladora”.
En el próximo post…
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Variables a tener en cuenta.
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Algoritmo en la toma de decisiones.
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Técnicas, métodos, y aproximaciones terapéuticas.
REFERENCIAS:
Haskins, E. C., Cicerone, K. D., & Trexler, L. E. (2012). Cognitive rehabilitation manual:
Translating evidence-based recommendations into practice. ACRM Publishing.
Johnstone, B., & Stonnington, H. H. (2011). Rehabilitation of neuropsychological
disorders: A practical guide for rehabilitation professionals. Psychology Press.
Tirapu, J., Ríos, M., Maestú, F. (2011). Manual de neuropsicología. Viguera Editores.
Bruna, O., Roig, T., Puyuelo, M., Junqué, C., & Ruano, Á. (2011). Rehabilitación
neuropsicológica. Intervención y práctica clínica. Barcelona: Editorial Elsevier.
Wilson, B. A., Gracey, F., Evans, J. J., & Bateman, A. (2009). Neuropsychological
rehabilitation: Theory, models, therapy and outcome. Cambridge University Press.
Dundon, N. M., Bertini, C., Làdavas, E., Sabel, B. A., & Gall, C. (2015). Visual
rehabilitation: visual scanning, multisensory stimulation and vision restoration trainings. Frontiers in behavioral neuroscience, 9, 192.
Bovend’Eerdt, T. J., Botell, R. E., & Wade, D. T. (2009). Writing SMART rehabilitation goals
and achieving goal attainment scaling: a practical guide. Clinical rehabilitation, 23(4),
352-361.
Hanna, K. L., Hepworth, L. R., & Rowe, F. J. (2017). The treatment methods for post-stroke
visual impairment: A systematic review. Brain and behavior, 7(5), e00682.