Poco después de nacer, nuestro instinto, ya nos conduce a comenzar pequeños juegos. Comenzamos jugando con un biberón, un juguete, a través de las miradas… y seguimos avanzando hacia conductas más sofisticadas y evolucionadas.
A través del juego, favorecemos las relaciones sociales, el lenguaje y nuestras habilidades cognitivas. Estas últimas podemos mejorarlas, con juegos, a través de la estimulación cognitiva (EC). La EC es un tratamiento diseñado y aplicado por especialistas, interdisciplinar, con un método propio y concreto.
Los dos grupos que más se benefician de este tratamiento son los niños y las personas mayores.
La estimulación se aplica directamente al paciente, pero también es válida para los familiares, estos juegos favorecen a cualquier persona.
Es importante tener en cuenta que lo que se persigue en el tratamiento con EC es activar, de forma global, las funciones mentales, con el doble objetivo de mantenerlas y frenar el deterioro, como ocurre en el caso de las personas mayores.
En el caso de sufrir una enfermedad que afecte al desarrollo normal de nuestro cerebro, puede proporcionarse estimulación en cualquier estado de gravedad de la enfermedad, aunque se deben tener en cuenta varios aspectos, como la dificultad de las tareas, que serán distintas en función del grado de deterioro. Es decir, a más gravedad de la enfermedad, las actividades y juegos deberán ser más sencillos.
Comprender las normas de cada juego ya implica un trabajo cognitivo. Algunas actividades que podemos utilizar para trabajar la estimulación cognitiva son:
- Entrenamiento de memoria: Realizar actividades simples donde se ejercite la memoria como pueden ser: adivinanzas, refranes, operaciones matemáticas, describir objetos, seguimiento de la letra de una canción, reconocer personas, asociar parejas… Estos ejercicios son muy entretenidos, pueden realizarse en cualquier lugar, los pueden realizar de manera autónoma.
- Técnicas de orientación a la realidad: Repetir todos los días datos como fechas, lugares, dónde están posicionados objetos. Estas técnicas se utilizan sobre todo para personas mayores que sufren deterioro cognitivo o demencia.
- Reminiscencias: La persona debe contar experiencias sobre su pasado que recuerde.
- Musicoterapia: Escuchar música, bailar o cantar es bueno para distraerse y ayuda a reforzar el recuerdo.
- Técnicas de refuerzo positivo: Deben estimular a la persona cuando haga las cosas bien. Si no consigue realizar bien alguna actividad no debemos regañarle, poner mala cara ni discutir.
- Ergoterapia: Actividades manuales, juegos con pintura, dibujar, colorear, costura… Estas actividades se recomiendan que sean supervisadas por un cuidador.
- Estimulación social: Estimular y potenciar las visitas de personas que le hacen sentir bien, en el caso de las demencias. Para los niños, el juego libre entre sus iguales, potenciará su desarrollo cognitivo.
- Estimulación física: Es importante evitar el aburrimiento, esto podemos conseguirlo haciendo que dé paseos, realizando unos minutos de ejercicios al día.
Estas actividades no son solo recomendadas para personas que sufren déficits o deterioro cognitivo, se recomiendan a todas las personas, independientemente de su edad, ya que el cerebro necesita entrenamiento para mantenerse en forma.
Escrito por:
Noelia Fenoll, Neuropsicóloga.
En Twitter:@NoeliaFenoll